El 9 de junio de 2025, el objeto (307261) 2002 MS4 recibió su nombre oficial: (307261) Mani.
"Máni [personaje masculino] es la personificación de la Luna en nórdico antiguo, tal como se describe en la Edda prosaica. Máni es hijo de Mundilfari y hermano de Sól [personaje femenino], el Sol". (WGSBN Bull. 5, #11, 13)
En la mitología nórdica, los dioses asignaron a Máni y a Sól (hijos de Mundilfari) la tarea de controlar y dirigir la Luna y el Sol respectivamente, evitando ser alcanzados por los lobos Hati y Sköll (provocadores de eclipses).
Esta mitología simboliza la importancia de tomar decisiones adecuadas y no cometer errores, actuando según un plan correctamente elegido desde el punto de vista espiritual; ya que de lo contrario, los enemigos podrían ganar ventaja progresivamente hasta conseguir dar un golpe de consecuencias potencialmente graves.
El objeto Mani (clásico del cinturón de Kuiper), representa la capacidad de evolución y adaptación ante cambios de estado que suceden en forma de ráfaga (semieje mayor en resonancia 5:16 con Urano). También representa la capacidad para permanecer abierto a la comprensión de otras personas si su actitud y comportamiento es afín a nuestros valores (semieje mayor en resonancia 8:13 con Neptuno).
El objeto Mani tiene la capacidad de permanecer abierto a hechos o información que ayudan a definir progresivamente la cualidad de la situación o el problema (perihelio en resonancia 8:3 con Eris). También produce acontecimientos o circunstancias que fuerzan a que faltas relacionadas con procesos de identificación salgan a la luz (perihelio en resonancia 4:3 con Haumea-Varuna-2002_UX25).
El objeto Mani también está relacionado con capacidades de infiltración (afelio en resonancia 1:2 con Neptuno) para las cuales es necesario cierto grado de sofisticación de la personalidad (afelio en resonancia 3:4 con Plutón). También genera oportunidades excepcionales en las que se abre acceso a procesos o funciones que normalmente son de carácter cerrado o interno (afelio en resonancia 5:6 con Salacia), que en conjunto, hacen que el curso de desarrollo o el resultado final sea muy difícil de deducir desde el principio (afelio en resonancia 5:3 con Gonggong).