(60558) Echeclus [Equeclo,
en español] es un centauro que se
descubrió en marzo de 2000, aunque existen capturas fotográficas, previas al
descubrimiento, que se remontan a febrero de 2000, septiembre de 1985 y
septiembre de 1979. Fue avistado sin ser identificado en abril de 2002.
Su órbita está situada entre Júpiter y Saturno-Urano.
Tiene un perihelio de 5.81 UA y un afelio de 15.55 UA. El semieje mayor
está situado a 10.68 UA. Tiene un período orbital de 34 años y 343
días. Tiene una inclinación de 4.3º. Alcanzará el perihelio en abril de
2015.
En diciembre de
2005, se detectó un coma de cometa. Tiene un diámetro de unos 85 km.
Resonancia orbital:
12:5 con Urano (99.8%)
Reencuentros
Al
principio de la película "Superman" (1978), Lois Lane es una niña
pequeña que viaja con sus padres en tren, y ve a través de a ventana al
joven Clark Kent (su futuro compañero de trabajo en el Daily Planet en
Metropolis) corriendo más rápido que el tren. Reencuentros similares se
dan también en las películas "Star Trek" (1979), "Tess" (1979), "Gangs
of New York" (2002), "El caso Bourne" (2002), "Dragonfly (La sombra de
la libélula)" (2002) y "Serendipity" (2001).
"El
origen de su nombre no está del todo claro, pero probablemente provenga
de la palabra griega 'glutinous', que significa pegamento o pegajoso." (Zane B. Stein)
(60558) Echeclus está relacionado con reencuentros, al igual que las idas y venidas de los
continuos adelantos entre los competidores de la carrera de snowboard en el videojuego "SSX" (PS2, 2000).
Cuando (60558) Echeclus se activa, se dan conexiones temporales entre el
pasado, el presente y el futuro. Normalmente algo del pasado tiene una
influencia relevante en el presente, y algo del presente acabará
teniendo una influencia relevante en el futuro, y viceversa, al igual
que sucede en las películas "The Kid" (2000), "Family Man" (2000),
"Cadena de favores" (2000), "Frecuency" (2000), "La casa del lago"
(2006, remake de "Il Mare" película surcoreana del año 2000), "Déjà vu"
(2006), "Tomb Raider: Legend" (PS2, 2006).
Aprender a intercambiar las perspectivas temporales nos permite orientar
con facilidad la atención hacia el pasado, el presente y el futuro, y
así, adaptar conscientemente nuestra mentalidad ante cualquier
situación.
Libro relacionado: "La paradoja del tiempo" (Philip Zimbardo y John Boyd, 2008)